En Nigeria, al menos 140 menores desaparecieron el lunes después de que hombres armados atacaran un internado escolar en el estado de Kaduna, en lo que constituye el décimo secuestro masivo registrado en el noroeste de Nigeria desde diciembre. Ese mismo día, hombres armados secuestraron al menos a ocho personas, incluido un bebé de un año, de las instalaciones residenciales para el personal de un hospital en Kaduna. Naciones Unidas afirma que los crecientes ataques están haciendo que las familias no envíen a sus hijos a clase por miedo a los secuestros, lo que agrava la crisis educativa en Nigeria, donde 13,2 millones de menores no asisten a la escuela. Estas fueron las palabras expresadas por el representante de UNICEF Peter Hawkins.
Peter Hawkins: “Es realmente preocupante que esto se haya convertido en un ejercicio lucrativo, ya que las escuelas son un blanco fácil para los secuestradores y hay recursos disponibles para pagar por los rescates”.