En los territorios ocupados de Cisjordania, las fuerzas armadas israelíes han destruido varias viviendas en una comunidad palestina beduina por séptima vez desde noviembre, alegando que fueron construidas sin los permisos correspondientes. Un funcionario de la Autoridad Palestina dijo que las demoliciones del miércoles dejaron a decenas de personas sin hogar, incluidos 35 menores.
Muataz Bsharat: “Esto muestra que las fuerzas de la ocupación [israelí] están llevando a cabo acciones de terrorismo patrocinadas por el Estado en contra del pueblo palestino. Ahora 63 palestinos se han quedado sin hogar. Las casas de once familias han sido demolidas y confiscadas. Incluso los tanques de agua que el ciudadano palestino usa para proporcionar agua a su familia y su ganado han sido confiscados y destruidos por la ocupación”.
En otras partes de los territorios ocupados de Cisjordania, las fuerzas armadas israelíes dinamitaron el jueves la casa familiar de Muntasser Shalaby, un palestino-estadounidense acusado de matar a un adolescente israelí. Las explosiones destruyeron la casa, en la cual residía su esposa, Sanaa Shalaby, quien dijo que llevaban varios años separados y que Muntasser Shalaby rara vez visitaba la propiedad.
En un hecho inusual, la demolición de la casa provocó duras críticas por parte del Departamento de Estado de Estados Unidos a Israel. El departamento informó que el secretario de Estado, Antony Blinken, habló del tema con altos funcionarios del Gobierno israelí. Varios grupos de defensa de los derechos humanos han condenado este tipo de demoliciones de viviendas por parte de Israel como forma de castigo colectivo. Los grupos sostienen que estas demoliciones violan las disposiciones del Cuarto Convenio de Ginebra.
Inicio