Las autoridades del sur de España han evacuado a 2.000 personas de sus hogares en seis localidades andaluzas debido a un gran incendio forestal que ha arrasado ya unas 6.000 hectáreas, avivado por vientos fuertes. El incendio tiene una magnitud tal que generó sus propios sistemas climáticos, con un humo espeso que creó nubes de pirocúmulos que amenazaban con provocar nuevos incendios con rayos secos. Algunos evacuados tuvieron que abandonar sus hogares sin tiempo para recoger sus pertenencias.
Adriana Iacob: “Esto es inhumano. No se ha visto tal cosa. Las llamas del fuego, cómo corrían por los montes; era espectacular”.
El mes pasado, la región de Andalucía registró temperaturas de hasta 47 grados centígrados, las más altas en España hasta la fecha.
En el estado de California, miles de bomberos luchan contra al menos una docena de grandes incendios, alimentados por vientos fuertes e impulsados por una vegetación completamente seca. Gran parte del estado permanece bajo una advertencia por calor extremo hasta el final de la semana. Los bomberos afirman que la temporada de este año se encamina a igualar, o superar, la temporada de incendios récord de 2020.
En el Pacífico, el supertifón Chanthu azotó el sábado el norte de Filipinas, antes de rozar Taiwán y provocar fuertes vientos y lluvias en el este de China. En su apogeo, la tormenta fue equivalente a un huracán de categoría 5 extremadamente peligroso, con vientos sostenidos de casi 260 kilómetros por hora.
En Estados Unidos, partes de la costa de Texas están bajo una alerta de huracán, ya que se prevé que la tormenta tropical Nicholas se intensifique antes de tocar tierra a última hora de este lunes.
Mientras tanto, las lluvias monzónicas torrenciales en el norte de Pakistán causaron deslizamientos de tierra y destruyeron viviendas el domingo, lo que provocó la muerte de al menos 17 personas.
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