El gobernador del estado de Nueva Jersey, Phil Murphy, pospuso una votación clave sobre un contrato para construir una planta de energía a gas de 180 millones de dólares en la ciudad de Newark. Murphy pidió “una revisión de justicia ambiental más exhaustiva y un proceso de participación pública sólido”. Activistas comunitarios del vecindario Ironbound de Newark han celebrado la decisión del gobernador y advierten que la planta de energía empeoraría aún más la mala calidad del aire local y exacerbaría la crisis del cambio climático. A principios de esta semana, la activista María López-Núñez habló sobre el tema en una entrevista con Democracy Now!
María López-Núñez: “Y nuestra comunidad es mayoritariamente negra y latina, una comunidad de inmigrantes de clase trabajadora, que está profundamente afectada por los problemas. Y, pese a todos nuestros problemas socioeconómicos, migratorios y de vivienda, aún luchamos para asegurarnos de mejorar nuestro vecindario. Ayudamos a construir un parque junto a ese río. Tenemos una visión para nuestra comunidad. Y eso es todo lo que estamos pidiendo, no es nada más. Solo estamos pidiendo la oportunidad de luchar por tener un aire limpio y una agua limpia”.
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