En Indonesia, al menos 185 refugiados rohinyás llegaron el lunes a la provincia occidental de Aceh después de que su abarrotado bote de madera estuviera a la deriva en el mar de Andamán durante más de un mes sin un motor en funcionamiento. Las personas sobrevivientes dijeron que al menos 26 refugiados murieron en el mar. Los pasajeros que sobrevivieron al viaje en bote, incluidos los menores, estuvieron a punto de morir de hambre, y muchos de ellos estaban tan desnutridos y deshidratados que apenas podían caminar. Estas fueron las palabras expresadas por el refugiado rohinyá Shafiq Rahman mientras hablaba desde un refugio improvisado de Indonesia.
Shafiq Rahman: “[Viajamos] desde Myanmar y nos convertimos en refugiados en Bangladés. No sabemos leer bengalí. Recibimos la ayuda de Bangladés y vinimos a Indonesia en un bote en busca de una mejor calidad de vida”.
Justo un día antes, en Navidad, otro barco que transportaba a más de 50 refugiados rohinyás tocó tierra en Indonesia. La ONU dice que, en 2022, el número de refugiados rohinyás que emprendieron la peligrosa travesía en barco hacia Indonesia y otros destinos de la región fue seis veces mayor al del año anterior. Se estima que más de un millón de musulmanes rohinyás han huido de la persecución en Birmania desde 2017.