En Pakistán, el número de muertes provocadas por el atentado con bomba del viernes pasado en una mezquita en la ciudad noroccidental de Peshawar aumentó a 56, con casi 200 heridos. El grupo armado Estado Islámico de Jorasán, también conocido como ISIS-K, se atribuyó la responsabilidad por el ataque contra miembros de la minoría étnica de musulmanes chií de Pakistán. Cientos de personas se reunieron para rezar oraciones fúnebres por las víctimas del ataque.
Hayat Alí: “Esto es un insulto a la humanidad. Es una desgracia para el Islam. Las víctimas martirizadas eran humanos. Estaban adorando a Alá dentro de la mezquita y los asesinaron brutalmente”.
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