La Agencia de la ONU para los Refugiados declaró que cinco millones de personas han huido de Ucrania desde el comienzo de la invasión rusa. Otras siete millones de personas tuvieron que desplazarse dentro del país. Rusia rechazó una propuesta del secretario general de la ONU, António Guterres, para un alto el fuego de cuatro días. Guterres había pedido que se detuvieran los combates al tiempo que la comunidad cristiana ortodoxa en Rusia y Ucrania se prepara para celebrar la Pascua este domingo.
Secretario general António Guterres: “En lugar de ser una celebración de una nueva vida, esta Pascua coincide con la ofensiva rusa en el este de Ucrania. La intensa concentración de fuerzas armadas y potencia de fuego hace inevitable que esta batalla sea más violenta, sangrienta y destructiva. Los ataques y el terrible número de víctimas civiles que hemos visto hasta ahora podrían palidecer en comparación con el horror que se avecina. No se puede permitir que esto suceda”.
Esto ocurre al tiempo que las fuerzas armadas rusas intensifican los ataques con artillería en el este de Ucrania en un intento de tomar el control de toda la región de Dombás. En la ciudad sitiada de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, soldados y civiles ucranianos permanecen escondidos en una gran planta siderúrgica mientras Rusia mantiene el control del resto de la ciudad. Rusia había fijado una fecha límite para que todos los soldados ucranianos depusieran las armas, pero el plazo para hacerlo expiró mientras las fuerzas armadas de Ucrania permanecían dentro de la planta siderúrgica. Mientras tanto, se ha llegado a un acuerdo para permitir que mujeres, adultos de edad avanzada y menores sean evacuados de Mariúpol a través de un corredor humanitario.