El tiroteo masivo del sábado en la ciudad de Búfalo es parte de otro sangriento fin de semana de violencia con armas de fuego en Estados Unidos. En el sur del estado de California, una persona murió y otras cuatro resultaron gravemente heridas el domingo después de que un hombre armado abrió fuego en una iglesia presbiteriana en el condado de Orange. La mayoría de las víctimas eran de origen taiwanés, aunque no está claro si eso jugó un papel en el tiroteo. Funcionarios locales señalaron que el ataque podría haber sido mucho peor.
Lisa Bartlett: “Por lo que sabemos, hubo un atacante que ingresó con varias armas y abrió fuego. Afortunadamente, algunos de los feligreses de la congregación saltaron sobre el atacante, lo tiraron al suelo y lo sujetaron hasta que llegaron los agentes del departamento del sheriff y pudieron arrestar al individuo”.
Mientras tanto, en la ciudad de Chicago, al menos cinco personas murieron y otras 27 resultaron heridas en tiroteos en toda la ciudad desde el viernes. Según la organización Gun Violence Archive, se han registrado casi 58.000 muertes por ataques con armas de fuego en EE.UU. desde la investidura del presidente Joe Biden.
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