En Birmania, al menos 17 personas pertenecientes a la etnia Rohinyá, entre estas tres menores, se ahogaron después de que su embarcación volcara frente a la costa el fin de semana. Decenas de personas están desaparecidas y se teme que hayan muerto. Se cree que estas personas rohinyás intentaban cruzar el golfo de Bengala con rumbo a Malasia para huir de la persecución del Gobierno militar de Birmania. La ONU informa que hasta 10.000 rohinyás habrían fallecido a manos de las fuerzas birmanas durante el genocidio de 2017, aunque algunas estimaciones señalan que el número de muertes rondaría el doble de esa cifra. Otros 730.000 rohinyás se vieron obligados a huir de Birmania.
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