Las fuerzas armadas rusas han entrado en la ciudad de Severodonetsk, al este de Ucrania, y se están enfrentando al Ejército ucraniano en las calles de la ciudad. Algunos testigos informan que unos 200 proyectiles por hora están cayendo sobre la ciudad, lo que impide a los equipos de rescate contar el creciente número de muertos. Entre las víctimas fatales figura el periodista francés Frédéric Leclerc-Imhoff, quien fue alcanzado por la metralla de un proyectil ruso que perforó el vehículo blindado de evacuación en el que viajaban él y sus colegas. El Gobierno de Ucrania afirma que al menos 32 trabajadores de los medios han muerto desde que Rusia invadió el país a fines de febrero. El director general de Reporteros sin Fronteras, Christophe Deloire, condenó a Rusia por las muertes.
Christophe Deloire: “Es absolutamente repugnante ver cómo en este conflicto se irrespeta de manera continua [las disposiciones] de la Convención de Ginebra: los civiles están siendo bombardeados y los periodistas, que son civiles, también están siendo bombardeados a pesar de que tienen el derecho a ser protegidos conforme al derecho internacional”.