El domingo se hizo historia en Colombia cuando Gustavo Petro, un exguerrillero, prestó juramento y se convirtió en el primer presidente de izquierda del país. Francia Márquez Mina también hizo historia al convertirse en la primera vicepresidenta negra de Colombia. Petro es un exguerrillero del Movimiento 19 de Abril, conocido como M-19, que se desempeñó como senador y como alcalde de Bogotá, la ciudad capital del país. Márquez Mina es un activista ambiental afrocolombiana, defensora de la tierra y el agua, de larga trayectoria. En 2018, ganó el Premio Ambiental Goldman. Durante su primer discurso como presidente, Petro se comprometió a luchar contra la desigualdad y el cambio climático e impulsar la paz. También condenó la guerra contra las drogas liderada por Estados Unidos.
Presidente Gustavo Petro: “Es hora de una nueva convención internacional que acepte que la guerra contra las drogas ha fracasado rotundamente, que ha dejado un millón de latinoamericanos asesinados, la mayoría colombianos, durante estos últimos 40 años, y que deja 70.000 norteamericanos muertos por sobredosis cada año por drogas, que ninguna se producen en América Latina, que la guerra contra las drogas fortaleció las mafias y debilitó los Estados”.
Los partidarios de Gustavo Petro y Márquez Mina celebraron lo que vieron como un nuevo comienzo para Colombia, que ha sido gobernada por grupos de élite y fuerzas de derecha durante generaciones. Estas fueron las palabras expresadas por Manuel Pontón, residente en Bogotá.
Manuel Pontón: “Yo creo que es el inicio de una democracia en Colombia porque es la primera vez que hay un gobierno de origen popular. Es la primera vez que la gente se siente feliz por la elección de un presidente y es la primera vez que sentimos que hay una transición de verdad hacia la garantía de los derechos de los ciudadanos”.
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