En Perú, la policía allanó el sábado una universidad de la ciudad de Lima y arrestó a unos 200 manifestantes antigubernamentales. Las fuerzas de seguridad peruanas utilizaron vehículos blindados para derribar las puertas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, tiraron gas lacrimógeno dentro del lugar y patearon, golpearon y agredieron con porras a los manifestantes. Tras varias semanas de violencia luego de que el presidente izquierdista Pedro Castillo fuera destituido en diciembre de 2022, los manifestantes exigen la renuncia de la presidenta interina Dina Boluarte. Varias personas salieron a protestar a las calles antes de que los detenidos fueran liberados el domingo.
Enrique Saraza Quispe: “Nosotros no vamos a quebrantar. Si algo les pasa algo, si algo sucede con ellos, nos levantaremos en armas. Yo sinceramente estoy dispuesto a levantarme en armas si es que algo le ocurre así a mi familia”.
Mientras tanto, Perú ha cerrado de manera indefinida el Machu Picchu, la sagrada y antigua ciudad inca y popular atracción turística del país, en medio de las continuas manifestaciones. Más de 50 personas han muerto en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad peruanas desde que empezaron las protestas.