En los territorios ocupados de Cisjordania, al menos nueve palestinos murieron a manos de las fuerzas armadas israelíes durante una incursión que se llevó a cabo en el campamento de refugiados de la ciudad de Yenín. Una de las víctimas era una mujer de 60 años, quien fue identificada en un hospital local como Magda Obaid. Asimismo, al menos 20 personas resultaron heridas durante el ataque. El personal médico afirma que los militares israelíes les impidieron al principio llegar a los heridos. El director del hospital público de Yenín denunció que las fuerzas armadas israelíes también lanzaron gas lacrimógeno a las instalaciones del hospital. El gas llegó al departamento de pediatría y causó lesiones por asfixia a algunos de los menores de edad que se encontraban allí.
Tras la incursión, se declaró una huelga general en las ciudades de Yenín, Naplusa y Ramala, en donde las tiendas cerraron y las escuelas terminaron sus actividades antes de lo habitual. Líderes palestinos pidieron que la ONU y otros actores internacionales intervengan para evitar un mayor derramamiento de sangre. Al menos 29 palestinos han muerto a manos de militares israelíes desde principios de 2023, incluidos cinco menores de edad.