En noticias laborales, en Estados Unidos, el sindicato United Auto Workers amplió su huelga el viernes, luego de que el presidente del sindicato, Shawn Fain, pidió a otros 7.000 trabajadores de una planta de Ford y de una planta de General Motors abandonar sus puestos de trabajo.
Shawn Fain: “Aún estamos negociando con las tres compañías y tengo muchas esperanzas de que podamos llegar a un acuerdo que refleje los increíbles sacrificios y las increíbles contribuciones que nuestros miembros han realizado durante la última década. Aunque también sé que lo que obtengamos en la mesa de negociaciones depende del poder que acumulamos en el trabajo. Es hora de usar ese poder”.
Esta es la segunda vez que el sindicato amplía la protesta desde que comenzó la huelga contra las compañías Ford, General Motors y Stellantis. En medio del aumento vertiginoso de las remuneraciones a los directores ejecutivos de las compañías automotrices, los trabajadores piden un aumento del 40%, mejores prestaciones y el fin de los salarios escalonados. Por otra parte, unos 4.000 miembros del sindicato United Auto Workers que trabajan en las plantas que Mack Trucks, una empresa estadounidense que pertenece a la compañía sueca Volvo, posee en los estados de Pensilvania, Maryland y Florida llegaron a un acuerdo provisional para evitar una posible huelga.
Mientras tanto, 75.000 trabajadores sanitarios de la empresa Kaiser Permanente podrían declararse en huelga desde el miércoles hasta el final de la semana, luego de que su contrato expirara el fin de semana pasado. Las negociaciones que se llevaron a cabo no dieron lugar a un nuevo acuerdo, ya que los trabajadores buscan salarios más altos, mejor dotación de personal y mejoras en sus planes de pensiones, entre otros beneficios. La huelga afectaría a los trabajadores de Kaiser de los estados de California, Oregón, Washington, Colorado y Virginia, y de la ciudad de Washington D.C.
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