La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, declaró el estado de emergencia el viernes, luego de que una serie de lluvias torrenciales provocaron inundaciones repentinas en el valle del río Hudson, la isla neoyorquina de Long Island y la ciudad de Nueva York. El diluvio convirtió las autopistas en ríos embravecidos y paralizó la mitad del sistema de metro de Nueva York. El Aeropuerto Internacional John F. Kennedy recibió más de 20 centímetros de lluvia en solo 24 horas, un récord histórico de precipitaciones que la gobernadora Hochul atribuyó a la crisis generada por el cambio climático.
Gobernadora Kathy Hochul: “Por supuesto que sabemos que esto es el resultado del cambio climático. Desafortunadamente, esta es la nueva normalidad y nos obliga a estar más preparados que nunca. [Esta nueva normalidad] requiere que nos enfoquemos en la resiliencia para evitar los terribles impactos que podrían producirse si no estamos preparados para la próxima tormenta”.
Mientras tanto, en Nueva York se han emitido este lunes nuevas advertencias sobre la mala calidad del aire debido a los incendios forestales sin precedentes que arden en Canadá.