Combatientes kurdos afirman que ataques aéreos turcos perpetrados recientemente en zonas del noreste de Siria controladas por los kurdos han causado la muerte de al menos once personas, entre ellas cinco civiles. Turquía ha intensificado las incursiones transfronterizas desde el domingo, cuando dos atacantes detonaron una bomba frente a edificios gubernamentales de la capital del país, Ankara. Las autoridades turcas culparon del ataque al proscrito Partido de los Trabajadores de Kurdistán y a las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), una milicia kurda estrechamente afiliada a ese partido político y aliada de Estados Unidos en su lucha contra el Estado Islámico.
El jueves, el Pentágono informó que uno de sus aviones de combate F-16 derribó un dron militar turco cuando este se aproximaba a militares estadounidenses desplegados en Siria, sin acatar las órdenes de cambiar de dirección. Fue un intercambio militar directo sin precedentes entre Turquía y Estados Unidos, dos países aliados de la OTAN.