En el estado de Texas, Kate Cox, una mujer que busca interrumpir su embarazo de 20 semanas, viajó a otro estado para someterse a un aborto de emergencia después de que la Corte Suprema de su estado bloqueara un fallo de un tribunal inferior que le habría permitido abortar. Cox solicitó poder acceder al procedimiento en Texas tras descubrir que su feto tiene una anomalía mortal que, de llevar a término el embarazo no viable, podría afectar su fertilidad en el futuro. Estas fueron las palabras expresadas por Molly Duane, una abogada del Centro para los Derechos Reproductivos.
Molly Duane: “Estamos hablando de una mujer y una familia muy reales que no solo están de luto por la pérdida de su bebé, sino que además se enfrentan a graves problemas de salud que, como saben, se ven agravados por el embarazo que debe sobrellevar todos los días. Y que el fiscal general básicamente diga: 'No, yo sé más que sus médicos y puedo desestimar la atención médica que todos los demás dicen que necesita', es algo realmente impresionante de ver”.