En Pakistán, las autoridades de la ciudad de Lahore ordenaron el cierre de las escuelas, los mercados y los parques después de que la ciudad de once millones de habitantes registrara una de las peores calidades del aire del mundo. El sábado, el Gobierno recurrió a la tecnología de siembra de nubes en un intento fallido de utilizar lluvias artificiales para reducir la contaminación del aire. Los ambientalistas locales culpan a la mala planificación del Gobierno por la contaminación atmosférica que azota Lahore, que ha perdido las tres cuartas partes de sus árboles en las últimas décadas.
Mohammad Salahuddin: “Este clima está irritando los ojos y la garganta de todo el mundo y está dañando nuestra salud. Esta niebla tóxica ha aparecido durante los últimos cinco o siete años. Antes de eso no la habíamos tenido. Esto está relacionado con el cambio climático. Debemos plantar árboles y mantener nuestra atmósfera limpia”.