Una investigación de la agencia de noticias Associated Press concluyó que las autoridades de ocupación rusas encubrieron, de manera amplia y deliberada, el verdadero número de personas que murieron a causa de las graves inundaciones que se produjeron en junio tras la catastrófica explosión de la represa de la ciudad de Nueva Kajovka, ubicada en el río Dniéper, en la región sureña de Jersón. Las autoridades ucranianas culpan a las fuerzas armadas rusas de hacer estallar la represa para contrarrestar la contraofensiva que planeaba lanzar Ucrania. Rusia afirma que 59 personas fallecieron a causa del desastre, pero el informe de Associated Press revela que la cifra real de muertes es mucho más alta y que solo en Oleshki, una localidad ocupada por Rusia, perdieron la vida cientos de personas.
Mientras tanto, el Gobierno de Biden anunció un paquete de ayuda militar a Ucrania por valor de 250 millones de dólares, que incluye sistemas de defensa aérea, cohetes para lanzadores móviles, municiones antiblindaje y millones de municiones. Este constituye el último paquete de ayuda a Ucrania que Estados Unidos suministrará, a menos que el Congreso apruebe la solicitud del Gobierno de Biden para asignar miles de millones de dólares adicionales en fondos de ayuda para Ucrania.