En Filipinas, el Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad de una explosión que tuvo lugar el domingo durante la celebración de una misa católica, donde cuatro personas murieron y decenas más resultaron heridas. La explosión se produjo en el gimnasio de la Universidad Estatal de Mindanao, en Marawi, la ciudad musulmana más grande del país. Una superviviente relató la terrible experiencia que vivió.
Reina Mae Fernandez: “Al principio estábamos cantando durante la misa. Luego se produjo una explosión repentina detrás de nosotros. Pensamos que eran solo los altavoces, pero luego todos empezaron a correr. Yo tropecé, y una persona cercana a mí me dijo que siguiera corriendo. Es todo lo que puedo recordar. Cuando salí del gimnasio, me caí y mis amigos empezaron a llorar porque vieron que tenía una herida en la espalda”.
En 2017, el Gobierno de Filipinas libró una batalla de meses para expulsar de Marawi a los militantes aliados al Estado Islámico. Durante dicha batalla, gran parte de la ciudad sureña fue destruida y unas 1.200 personas perdieron la vida.