Al menos seis personas murieron el lunes en Turquía cuando dos poderosos terremotos sacudieron la provincia sureña de Hatay. Los sismos de magnitud 6,3 y 5,8 se sintieron en la región fronteriza de Turquía y en el norte de Siria, lo que provocó el pánico entre las personas sobrevivientes de los dos terremotos aún más grandes que azotaron la región a principios de febrero y dejaron un saldo total de más de 47.000 personas fallecidas, un número que seguramente aumentará en los días y semanas por venir. El lunes, el alcalde de la ciudad de Estambul advirtió que alrededor de 90.000 edificios corren riesgo de derrumbe si un gran terremoto llegara a azotar la ciudad más grande de Turquía. Mientras tanto, un convoy de camiones de ayuda humanitaria cruzó el lunes hacia Siria por el paso fronterizo turco de Bab al-Hawa, dos días después de que el director del Programa Mundial de Alimentos criticara a las autoridades sirias por bloquear el acceso a la región. Los trabajadores humanitarios dicen que actualmente se enfrentan a la escasez de tiendas de campaña para los miles de sirios que necesitan ayuda humanitaria.
Louay Khalilo: “Las Naciones Unidas y las agencias de ayuda humanitaria no nos han contactado. En los albergues hay unas 200 o 300 familias, pero no podemos conseguirles tiendas de campaña, y los precios de las tiendas de campaña que hay disponibles se han duplicado”.