El fiscal general del estado de Pensilvania está investigando posibles cargos penales por el descarrilamiento de un tren de la compañía ferroviaria Norfolk Southernen en la localidad de East Palestine, situada en Ohio justo al otro lado de la frontera con Pensilvania. El gobernador Josh Shapiro señaló que los funcionarios ambientales continúan monitoreando cualquier rastro de contaminación en Pensilvania. Shapiro brindó declaraciones el martes en una conferencia de prensa con el gobernador de Ohio, Mike DeWine, y el director de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, Michael Regan.
Gobernador Josh Shapiro: “Responsabilizaremos a Norfolk Southern, la compañía por la que esta vigilancia es necesaria. La mezcla de avaricia corporativa, incompetencia y falta de atención hacia nuestros residentes por parte de Norfolk Southern es absolutamente inaceptable para mí”.
Luego de estar bajo una enorme presión por su respuesta inicial al desastre, el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, decidió visitar East Palestine el jueves. Quienes critican cómo procedió Buttigieg indican que debería haber visitado el lugar del accidente de inmediato y rechazan sus afirmaciones de que no tenía poder para mejorar las regulaciones ferroviarias.
El miércoles, el expresidente de EE.UU. Donald Trump visitó East Palestine y criticó la respuesta de Biden al accidente, así como su ausencia, diciendo que estaba ocupado “de gira por Ucrania”. En 2018, el Gobierno de Trump anuló una regulación establecida durante el mandato de Obama que exigía que los trenes que transportaban materiales peligrosos tuvieran frenos más sofisticados. Durante el mandato de Trump, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos revocó muchas regulaciones ambientales.
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