En Israel, cientos de miles de manifestantes han vuelto a salir a las calles después de que el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu, siguiera adelante con los planes de acabar con el sistema de control y equilibrio entre los poderes del Estado al limitar de manera drástica las potestades del Poder Judicial israelí. En la ciudad de Jerusalén, miles de personas bloquearon las calles frente a la Corte Suprema del país. En Tel Aviv, otro grupo de manifestantes tomó una autopista de la ciudad. Asimismo, otra decena de “acciones disruptivas” se llevaron a cabo en diversas ciudades y localidades de Israel. Las nuevas protestas se produjeron después de que Netanyahu rechazara una propuesta de compromiso para calmar la crisis planteada por el presidente de Israel, Isaac Herzog, quien advirtió en un discurso televisado que Israel está al borde de la “guerra civil”.
Presidente Isaac Herzog: “Quien piense que una verdadera guerra civil, donde están en juego vidas humanas, es una frontera a la que no llegaremos, no entiende lo que está pasando. Específicamente ahora, 75 años después de la fundación del Estado de Israel, ese abismo está al alcance de la mano”.
Mientras tanto, las tensiones entre Israel y el Líbano aumentaron después de que el Ejército israelí afirmara que mató a un hombre armado que había ingresado al norte de Israel y detonado un coche bomba el lunes, lo que causó heridas graves a un civil israelí. Las fuerzas armadas de Israel declararon que estaban investigando si combatientes libaneses de Hizbulá estaban detrás de la explosión.