Hablamos con Thelma Cabrera, la líder indígena a quien se impide postularse en las elecciones presidenciales de Guatemala

Original en Español03 de marzo de 2023
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Este año se realizarán elecciones presidenciales en Guatemala, en un contexto de fuerte represión contra periodistas, activistas de derechos humanos y defensores indígenas del medio ambiente. El jueves 2 de marzo, la Corte de Constitucionalidad guatemalteca ratificó la decisión del tribunal electoral de vetar la candidatura de la defensora de derechos humanos Thelma Cabrera, del partido político de izquierda Movimiento para la Liberación de los Pueblos. En febrero, Cabrera y su compañero de fórmula, el exdefensor del pueblo Jordán Rodas, se reunieron en Estados Unidos con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para tratar la prohibición de su postulación. En ese contexto, conversaron con Democracy Now! sobre las elecciones, su plataforma y cómo las élites políticas han consolidado el poder en el país. “Guatemala es un Estado corrupto que ha sido cooptado por criminales. Esto se refleja ahora en la violación de nuestro derecho a participar en estas elecciones presidenciales”, sostiene Cabrera.

Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, Democracynow.org, el informativo de guerra y paz, soy Amy Goodman. Hoy analizamos las elecciones presidenciales de este año en Guatemala, que se celebran en un momento en el que ha aumentado la represión en ese país contra periodistas, activistas por los derechos humanos y defensores ambientales indígenas.

La Corte de Constitucionalidad de Guatemala falló este 2 de marzo en contra de la candidata presidencial Thelma Cabrera y su compañero de fórmula, el exprocurador de derechos humanos Jordán Rodas, que se encuentra exiliado, confirmando la decisión tomada en febrero por el Tribunal Supremo Electoral de bloquear sus candidaturas.

Cabrera y Rodas son miembros del partido político de izquierda Movimiento para la Liberación de los Pueblos, que surgió de la organización indígena Comité de Desarrollo Campesino (Codeca). Miles de personas han salido a las calles en todo Guatemala para exigir que Cabrera y Rodas puedan participar en las elecciones de junio.

Cabrera es una ambientalista y defensora de los derechos humanos perteneciente al pueblo Maya Mam, que ya se postuló para presidenta en 2019 y recibió un apoyo sin precedentes. Rodas se desempeñó como procurador de derechos humanos desde 2017 hasta 2022, cuando se vio obligado a huir de Guatemala por su trabajo contra la corrupción.

Mientras a Cabrera y Rodas se les ha impedido participar en las elecciones de este año, la Corte de Constitucionalidad ha confirmado la candidatura de la conservadora Zury Ríos, hija del fallecido ex dictador militar Efraín Ríos Montt, quien llegó al poder tras un golpe de estado en 1982 y contó con el apoyo de Estados Unidos. Montt fue condenado por genocidio y crímenes de lesa humanidad en 2013.

A Zury Ríos se le impidió postularse en 2019 ya que la constitución prohíbe a personas involucradas en golpes de Estado o sus parientes optar al cargo de presidente y vicepresidente.

Cabrera y Rodas llevaron su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington, D.C., el mes pasado. También viajaron a Nueva York, donde Democracy Now! habló con ellos. Comencé preguntándole a Cabrera por su respuesta al rechazo de su candidatura presidencial.

THELMA CABRERA: La respuesta de nosotros los pueblos viene a ratificar lo que en cada momento hemos manifestado en decir que en Guatemala no tenemos Estado, hay un Estado corrompido, hay un Estado cooptado por criminales y eso es lo que nos demuestra ahora que nos han vedado esos derechos de la inscripción. O sea, el problema no es Thelma Cabrera ni Jordán Rodas, sino el problema es el pueblo, porque también hay una propuesta, hay un proyecto de nación sobre cambios estructurales en Guatemala.

AMY GOODMAN: Su candidatura de 2019 fue muy importante. Usted obtuvo el 10% de los votos, más que ningún otro candidato indígena en la historia de Guatemala. Creo que antes que usted, Rigoberta Menchú obtuvo el 3%. Finalmente, el presidente Giammattei obtuvo el 14%. Hable de lo que representa usted para el “pacto de corruptos”, explíquenos para la audiencia del resto del mundo qué es ese “pacto de corruptos” que le está impidiendo postularse.

THELMA CABRERA: A través del fraude electoral que se dio, supuestamente eso es el cuarto lugar, pero nosotros los pueblos tenemos claro que nosotros íbamos para más, si no en el primer o segundo lugar. Pero ante este fraude electoral nos arrinconaron hasta ese lugar. Pero para nosotros los pueblos significa que somos una amenaza para el “pacto de corruptos”, porque lo que planteamos es proyecto de nación, es el proceso de asamblea constituyente popular y plurinacional. Eso es el miedo. No es a Thelma, sino es al pueblo que se organizó y que plantea las propuestas de cambio estructural ante todo el contexto en que vivimos de asesinatos, de encarcelamientos, de saqueo de nuestras riquezas en Guatemala. Y entonces, lo que planteamos a través de esta propuesta, proceso de asamblea constituyente, eso es simplemente el miedo a que los pueblos podamos autogobernarnos.

Quiero agregar algo, que ahí demuestra que es el castigo que están haciendo a nosotros como pueblo de vedar esos derechos de la participación política, porque la persecución no es hasta ahora, sino la persecución ha venido dándose del 2018 para esta fecha, llevamos 26 asesinatos hacia defensores y defensoras de los derechos humanos, o sea, los que defendemos nuestros territorios y la Madre Tierra. Entonces, la mejor forma para castigarnos es la no participación. Pero nosotros no perseguimos candidaturas, nosotros estamos promoviendo un proyecto de nación, pasan las elecciones, nuestra lucha sigue y entonces por eso estamos cumpliendo con los pasos que hasta hoy llevamos.

AMY GOODMAN: Jordán Rodas, ¿cuál es su respuesta a esta decisión de rechazar su candidatura como vicepresidente y la de Thelma Cabrera como presidenta este año?

JORDÁN RODAS: Bueno, es que le provocamos pánico al “pacto de corruptos”. El “pacto de corruptos” es una alianza entre el sector político y económico, que han saqueado el país en las últimas décadas, quizá siglos. Y les conviene mantener el statu quo, la situación como está, con tres problemas estructurales: la desigualdad, la discriminación y el racismo, y la corrupción. Entonces, la fuerza que tiene el Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), con el liderazgo de Thelma Cabrera, sumado a lo que pueda aportar Jordán Rodas con un ejercicio como procurador de Derechos Humanos y que aspiré a dirigir como rector la única universidad pública, la Universidad de San Carlos, les da pánico porque sabemos que nosotros somos la única opción real de cambio. Lo demás es seguir con lo mismo, solo cambia el rostro de un títere, puede ser mujer, puede ser hombre, pero no como nosotros, que sí sabemos cuáles son los problemas reales que el pueblo necesita que le solucionemos de verdad.

AMY GOODMAN: ¿Qué tiene que decirles a quienes afirman que su documentación es insuficiente? ¿Puede seguir apelando esta decisión?

JORDÁN RODAS: Bueno, pierde credibilidad total, porque no hay ninguna razón fundamentada en derecho para no inscribirnos como binomio. Thelma y yo reunimos los requisitos para ser presidenta y vicepresidente. No estoy impedido, no tengo ningún impedimento para ser vicepresidente según la Constitución y tengo un finiquito vigente de la Contraloría General de Cuentas. Finiquito es como la solvencia de que no tengo nada pendiente de manera contable cuando fui procurador. Posteriormente a la proclamación, que fue el 28 de diciembre, mi sucesor planteó una denuncia que al día de hoy no he sido notificado. Y debe prevalecer el principio de inocencia, porque no ha dicho ni qué, cómo y cuándo cometí un supuesto delito, que es el pretexto, como bien decía Thelma, para impedir la participación de la propuesta del movimiento y de los pueblos.

AMY GOODMAN: ¿Por qué se exilió? Al igual que usted, muchos activistas, jueces y abogados se han ido de Guatemala. ¿Por qué se fue usted?

JORDÁN RODAS: Bueno, hemos tenido que salir muchos, los que jugamos un papel a favor de la lucha contra la impunidad y la corrupción. En mi caso, como procurador de los Derechos Humanos, a la semana siguiente de agosto del 2017 donde tomé posesión, el expresidente Jimmy Morales declara no grato y ordena la expulsión de Iván Velásquez, entonces comisionado de la CICIG, hoy ministro de Defensa del Gobierno de Petro en Colombia, y planteé una acción de amparo que detuvo esa decisión arbitraria del presidente. Después quería terminar antes el tiempo de esta comisión, que estaba tocando fibras sensibles por la investigación, que estaba llegando a altos funcionarios económicos y políticos del Estado guatemalteco. Entonces ha sido un obstáculo para que la impunidad siga. Por eso han tenido que salir magistrados, fiscales, jueces y operadores de justicia, que ahorita estamos, no en un retroceso, en una venganza contra aquellos que tocaron los intereses de los poderosos.

AMY GOODMAN: E [Iván] Velásquez es ahora el ministro de Defensa de Colombia. Se fue de Guatemala ya que temía por su vida, a pesar de ser colombiano.

JORDÁN RODAS: Sí. Y es más la gran paradoja que están queriendo denunciarlo, están queriendo que vaya a ser procesado en Guatemala. La Fundación Contra el Terrorismo, que es el brazo operativo legal en contra de aquellos que anhelamos una Guatemala distinta, se pone a perseguir legalmente.

AMY GOODMAN: Thelma Cabrera, la principal candidata a la presidencia en este momento es Zury Ríos, hija del expresidente Ríos Montt, un general que fue declarado culpable de genocidio contra el pueblo Maya, su pueblo, por lo ocurrido en el altiplano del noroeste de Guatemala. Ella insiste en que no hubo genocidio. ¿Puede hablar de esto, de esta parte de la historia de su país?

THELMA CABRERA: Eso también viene a ratificar la actitud de un Estado fallido y eso demuestra que el Tribunal Supremo Electoral está corrompido, está cooptado por criminales, porque esos antecedentes de hija de un genocida, dice bastante al pueblo. Y aquí es donde se demuestra que el mismo sistema, a través de sus leyes, nos está violando esos derechos que nosotros tenemos como pueblo. Ahí se manifiesta la discriminación, el racismo en contra de nosotros los pueblos. Ahí es donde deja la lección al pueblo de que el poder de los poderosos está en las diferentes instituciones del Estado. No es que tenga simpatías, sino es el poder que está estructurado dentro, que opera en las estructuras de las instituciones. Entonces, nosotros como pueblo les decimos a nuestros hermanos y hermanas que eso es el fruto del Estado fallido y corrompido y que los mismos están violando y están terminando con la poca democracia que hay en Guatemala. Porque esto da a conocer que [quienes] excluyen a los pueblos, son los mismos que están terminando con la democracia en Guatemala. Entonces de ahí, pues es visible la actitud del Tribunal Supremo Electoral de hacer una inscripción institucional y nosotros estamos cumpliendo con las mismas recetas del sistema, pero nos excluye. Entonces es visible en manos de quiénes está el poder, en manos de quién está sirviendo, se sirve al mismo patrón.

AMY GOODMAN: ¿Puede hablar sobre el papel de Estados Unidos en ese entonces, del apoyo al dictador militar, el general Ríos Montt, y de la muerte de unos 200.000 guatemaltecos y las consecuencias de eso en la actualidad, décadas después? Me gustaría hacerles esta pregunta a ambos, comenzando por Thelma.

THELMA CABRERA: Bueno, en este caso, por ejemplo, cuando hay empresas extranjeras que también están operando en Guatemala, ejemplo: I Squared, no puedo pronunciar tanto en inglés, pero bueno, en cuanto a lo que es la distribución de la energía eléctrica, ese negocio quedó en manos de una empresa estadounidense. Esto provocó también que comunidades declaradas en exigir la nacionalización de la energía eléctrica en Guatemala también sufrieran sabotajes y sufrieran también represión en complicidad del Gobierno de Guatemala y de las empresas trasnacionales.

JORDÁN RODAS: Bueno, yo pienso que es importante tener memoria histórica. Y el Gobierno de Estados Unidos ha jugado un papel, en unos momentos, muy desafortunado. Por ejemplo, fue el que alentó la contrarrevolución en 1954, que puso fin a una década de primavera democrática. Posteriormente formó militares que fueron encargados de hacer genocidios y “tierra arrasada” en Guatemala y en otros países de América Latina. Y actualmente, pues ha habido algunos matices. En su momento fueron importantes para el apoyo de la CICIG, la Comisión Internacional. Después en Guatemala el Gobierno fue muy hábil, buscó congraciarse con Trump, cambió la sede de la embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén por los pocos Gobiernos y firmó un acuerdo de tercer país, que no es seguro ni para nosotros, por el tema migratorio. Y pienso que los Gobiernos Estados Unidos han dado mucho oxígeno político a los Gobiernos de Guatemala. Hoy por hoy, al fin comprendieron que la corrupción causa migración. Han comenzado a aplicar algunas sanciones, la Ley Magnitsky, la Lista Engel, pero pienso que tendrían que ir con más celeridad a sancionar a actores corruptos ligados al Gobierno central y al poder económico, porque si no, van a seguir con los mismos problemas, porque la corrupción trae también migración.

AMY GOODMAN: Thelma Cabrera, hable sobre su plataforma presidencial. ¿Qué está proponiendo para Guatemala?

THELMA CABRERA: Nuestras demandas son del pueblo. No es personal. Es una lucha colectiva que viene diseñada desde los territorios, desde el despojo de toda nuestras riquezas, desde la caída, desde el golpe de Estado que se dio de votar los diez años de primavera en Guatemala. Pues fruto de eso estamos sufriendo desalojos a comunidades indígenas donde están ubicadas las comunidades por historias, donde hay comunidades que ni siquiera tenemos dónde vivir. Pero, los monocultivos se van expandiendo automáticamente y dándonos tiro de gracia, implementando enfermedades como impacto de estos monocultivos. Entonces, dentro de este plan de gobierno que nosotros planteamos, que es la propuesta proceso de asamblea constituyente, es, bueno, de hecho, luchar por los derechos de nosotros como humanos y también respetando lo que es los derechos de la Madre Tierra, o sea, la vida en equilibrio con la Madre Tierra y la naturaleza. O sea, específicamente nosotros estamos planteando lo que es la construcción de un Estado plurinacional en donde los pueblos estemos presentes realmente, nuestros delegados, y no solo que nos utilicen como una bandera política. Es la representación de los pueblos, es el autogobierno, es escribir una constitución política hecha por los pueblos y, bueno, es defender la vida. Vamos hacia el buen vivir.

Porque ante esto, quisiera complementar, ante esta situación de despojos aumenta la migración; dentro de la migración, aumenta la desintegración familiar y a lo interno en Guatemala también, atenta contra nuestra salud. Hay una gran desnutrición, cuando Guatemala es un territorio, es un país lleno de riquezas, pero esas riquezas están mal distribuidas, están en pocas manos y por eso los pueblos somos los que sufrimos esas consecuencias. Y por eso hubo la razón de plantear un proyecto de nación, la llamada “proceso de asamblea constituyente”, donde ahí se plantea todo lo que son las necesidades que nosotros padecemos como país.

Y entonces cuando nosotros nos pronunciamos, cuando nos declaramos como defensoras y defensores de los derechos humanos, luego nos tildan de terroristas, de criminales, de ladrones. Y entonces por esa razón es que nosotros tuvimos que plantear este proyecto de nación, en decir que no somos bochincheros, no somos criminales, amamos la vida. Nosotras y nosotros sabemos hacer propuesta, sólo que nos tienen miedo y entonces tuvimos que plantearnos dentro de un instrumento político para poder entrar en esa cancha electoral, pero viene el mismo sistema, nos veda esos derechos y entonces ese es el proyecto que nosotros planteamos.

AMY GOODMAN: Entonces, ¿qué sucederá cuando regrese a Guatemala? Han dictaminado que usted no puede ser candidata presidencial. ¿Acepta eso?

THELMA CABRERA: Bueno, lo que pasa es que nos estamos fortaleciendo cada día más. Nos estarán cerrando las puertas en estas elecciones, pero nuestro fin no es sólo elecciones, nuestra lucha se fortalece. Demostramos que agotamos los procedimientos legales. Somos pueblos que amamos la paz y respetamos lo que es las leyes, como los procedimientos de participación. Y a pesar de eso, nos vedan los derechos, pues cada día nos fortalecemos más, porque nuestro fin no es sólo el momento electoral, nosotros vamos más allá con plantear un proyecto de nación, de cambios estructurales, no a la corrupción, porque la corrupción está porque hay problemas estructurales. Eso es impacto de los problemas estructurales, la corrupción. Y nosotros planteamos dentro de esto, nosotros decimos que “bueno, tenemos identificada la enfermedad, pero tenemos la medicina que es la propuesta”, y nosotros vamos fortaleciendo la propuesta, demostrando que nosotros también conocemos también cómo denunciar a nivel nacional y como también hacer las denuncias a nivel internacional, agotar los procesos que realmente son los caminos que nosotros estamos llevando ahora.

Y bueno, si no hay, pues eso a nosotros no nos impide seguir organizándonos, fortaleciendo y demostrar a la población que espera en nosotros una respuesta, no está en nuestras manos, estamos cumpliendo con lo que nos corresponde. Lo demás lo demuestra el Estado de Guatemala en excluir a los pueblos de esta contienda electoral y deja visible también la discriminación racial en contra de los pueblos indígenas. Porque eso no es en contra de Thelma como persona, sino es en contra de los pueblos. Deja esa actitud violando convenios internacionales hacia los derechos de las mujeres.

AMY GOODMAN: Háblenos de su propia historia, ¿dónde nació y como se involucró en la política?

THELMA CABRERA: Bueno, yo nací en una comunidad. Soy una persona sufrida, en este caso no puedo decir “pobre” porque a nosotros nos empobrecieron en Guatemala, quitando todos nuestros derechos. A raíz de eso, pues no tenemos oportunidades en cuanto a tener una educación, una vida digna. Soy trabajadora en las fincas cafetaleras, productora también. Antes había tierra dónde, por lo menos, pagar un alquiler para poder producirlo, ahora ya no por la expansión de monocultivos. Y entonces a través de ese empobrecimiento tuve esa reacción de que es importante también conocer mis derechos, porque este Estado racista, patriarcado y machista, hizo meter en la cabeza de nuestras abuelas que las mujeres no vayamos a la escuela y que las mujeres teníamos que estar como amas de casa en la cocina. Pero gracias a la lucha organizativa, a la lucha de los pueblos desde los territorios, yo tuve la oportunidad de ir seis años a la escuela y eso lo utiliza el mismo sistema para restregarme en la cara, en decir cuántos títulos tengo. Yo no dependo de títulos y le doy gracias a Dios que no tengo títulos porque a lo mejor no tuviera conciencia. Pero también aplaudo a los que tienen título y están conscientes también en la lucha, que de ellos he aprendido también a llegar hasta donde yo estoy.

Entonces, a pesar de ser ama de casa, trabajadora en las fincas, harta de todas las condiciones laborales que hay en las fincas y que las mujeres no aparecemos en las planillas de los patronos, sino solo aparecemos como ayudante del esposo, esto también me generó conciencia de que es importante ser defensora de nuestros derechos y conocer nuestros derechos y sumarme hacia la organización Codeca desde que se fundó en el año 1992. Fue difícil dejar la casa y salir en un espacio, porque cuando estamos en un espacio, ¿cuántas mujeres han ofrendado su vida? Porque dentro del mismo Estado fallido implementa lo que es el sistema de terror para que las mujeres no nos organicemos, muertes de mujeres justificando que es la violencia estar metido ahí en cualquier cosa. Por eso han sido asesinados, pero no es así, es que es para acallar las mujeres se implementan actos de terror, ha habido mujeres que han sido asesinadas en el movimiento, háblese de Dominga Ramos en el 2020, fue asesinada en su propia casa. Eso es para sembrar el terror. Y entonces eso no debe callarme a mí, como Thelma Cabrera. Eso me hizo hacer que estoy acá, en este espacio de movimientos sociales y por eso cuando se me delega y pedir a esta responsabilidad, no fue Thelma Cabrera que pidió ser candidata presidencial, sino es el pueblo que me pidió para asumir esas responsabilidades. Lo tuve que analizar, y sí, estoy consciente de que estoy en representación del pueblo. No pasa nada si no inscriben a Thelma Cabrera, no es en contra de Thelma Cabrera, es los pueblos y entonces la lucha se fortalece cada día.

AMY GOODMAN: ¿De qué forma le inspiró su madre?

THELMA CABRERA: ¿Mi madre? Ella es una trabajadora del campo. Es ama de casa. Es una mujer que no fue ni un año a la escuela, pero me educó a ser respetuosa y trabajadora y muy consciente también a sentir el problema de mi prójimo y cómo luchar en lo colectivo, porque no se debe luchar para lo personal si no se debe luchar en lo colectivo.

AMY GOODMAN: Jordán Rodas, ambos estuvieron en Washington, D.C., reunidos con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. ¿Por qué?, ¿qué creen que puede hacer la comisión por Guatemala?

JORDÁN RODAS: Bueno, es importante, como decía Thelma, agotar todos los procesos. En Guatemala estamos llevando a cabo las acciones de amparo ante la Corte Suprema, Corte de Constitucionalidad. Pero venimos a la Comisión Interamericana para que, en uso del artículo 41 de la Convención de Derechos Humanos, pidan información al Estado de cuál es el fundamento legal, que no lo tienen, para impedirnos el derecho político que está en el artículo 23 del Pacto de San José. Y nos están vedando a una mujer indígena y un hombre ladino urbano, el poder participar. Entonces, tenemos más esperanzas en el sistema interamericano que en la justicia nacional, pero tenemos que agotarlas, porque la justicia nacional ha dado muestras de estar cooptada. Tienen una oportunidad para lavarse la cara y dejarnos participar, que no sería un favor, sino sería resolver conforme a derecho.

AMY GOODMAN: ¿Qué hay del rol de Estados Unidos? ¿Qué creen que debería hacer?

JORDÁN RODAS: Bueno, tienen suficiente músculo político, están conscientes de cuáles son los problemas, quiénes son los actores. Hay magistrados y altos funcionarios del Estado guatemalteco implicados en la corrupción, son antidemocráticos. Es nuestro principal socio comercial, aquí en Estados Unidos se genera la riqueza. En Guatemala, el 20% del Producto Interno Bruto es gracias al trabajo arduo de guatemaltecos acá y ellos saben realmente, si tienen la decisión, de cómo incidir. Pero no vaya a pasar lo de Honduras cuando validaron el fraude y la reelección de Juan Orlando Hernández, que después tuvieron que pasar muchos años para sacarlo engrilletado, pero el pueblo pagó la factura; después la migración, las caravanas de hondureños, y eso es posible que pase en Guatemala si no se dan cuenta, si no se quitan las vendas y actúan el Departamento de Estado, los congresistas, para incidir en lo que está pasando en Guatemala porque es grave.

AMY GOODMAN: ¿Cree que el tema de la migración, de todos los guatemaltecos que huyen a Estados Unidos, está ligado al poder del “pacto de corruptos”, la élite corporativa que gobierna Guatemala?

JORDÁN RODAS: Sin duda alguna, la corrupción es una de las principales fuentes de la migración, igual que la desigualdad. Como dice Telma, es un país muy rico, pero muy mal distribuido, muy concentrado en pocas manos. Y estos dos factores, pues promueven que la gente busque sobrevivir. A nadie le gusta dejar sus comunidades, su familia, sino vienen por sobrevivir, porque se están muriendo de hambre, no hay trabajo, no hay educación, no hay salud de calidad en Guatemala.

AMY GOODMAN: Thelma Cabrera, ¿sigue considerándose candidata presidencial para las elecciones de Guatemala?

THELMA CABRERA: Yo me considero defensora de los derechos humanos de la Madre Tierra, porque estar en la receta del sistema cuando lo permite está bien y cuando no, no. Yo no voy a comer ansias con ser presidenta, porque sé que hay un problema estructural que no lo permite y entonces todo tendrá su momento cuando el pueblo esté mucho más consciente y organizado de no permitir que lo utilicen. A cada cuatro años es cuando va a llegar ese momento. Entonces, yo me considero una defensora de los derechos de los pueblos, porque ahí es mi espacio, ahí es donde me preparé. No me preparé para ir a buscar un hueso, sino para defender mis derechos colectivos.

AMY GOODMAN: Muchas gracias a ambos. Thelma Cabrera Pérez y Jordán Rodas, candidatos a la presidencia y vicepresidencia de Guatemala a quienes se les está impidiendo participar en las elecciones de este año. Esto es democracy now!, soy Amy Goodman. Gracias por acompañarnos.

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