En México, las autoridades arrestaron a cinco de las seis personas contras las que se habían dictado órdenes de detención por el incendio en una cárcel para inmigrantes. Entre ellas tres funcionarios del Instituto Nacional de Migración. Las personas arrestadas enfrentan cargos por homicidio, luego de que al menos 39 solicitantes de asilo murieran tras el incendio que se desató en un centro de detención de migrantes de Ciudad Juárez, una localidad situada cerca de la frontera con Estados Unidos. Una de las personas sobrevivientes fue detenida, acusada de iniciar el incendio que se produjo este lunes mientras decenas de migrantes protestaban por las condiciones inhumanas que se viven en esa cárcel superpoblada y por la falta de agua y comida. Las autoridades comenzaron a identificar a las víctimas del incendio y avisar a sus familias en sus países de origen, muchas de las cuales viven a miles de kilómetros de distancia. La mayoría de los muertos eran personas indígenas de Guatemala; mientras que otros procedían de Honduras, El Salvador, Venezuela y Colombia. Estas fueron las palabras expresadas por María Miranda, esposa de Carlos Pacheco, un trabajador de la construcción de El Salvador de 43 años que murió en el incendio.
María Miranda: “Yo espero que se haga justicia. Porque no es justo que mueran tantos inocentes, por luchar por la familia, para que vivan mejor, para que tengan el pan de cada día en su casa y que no les falte nada. Y hacer eso…, yo siento que es injusto. Porque pudieron haber ayudado; pudieron haber ayudado y no lo hicieron. Que se haga justicia”.
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