En Kenia, el número de muertos por el culto de ayunar hasta morir de hambre promovido por la Iglesia Internacional de la Buena Nueva asciende a 201; entre los muertos se encuentran varios menores. El líder de la secta apocalíptica, Paul Mackenzie, está acusado de inducir a sus feligreses a hacer ayuno hasta morir de hambre y de hacer morir de hambre a sus hijos e hijas. Una comisión está investigando si la negligencia por parte de las autoridades administrativas o de inteligencia tuvo algo que ver con lo sucedido.
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