En los territorios ocupados de Cisjordania, las fuerzas armadas israelíes mataron a un oficial de seguridad palestino durante una incursión militar que se llevó a cabo en la ciudad de Yenín. Ashraf Mohammad Ibrahim, de 37 años, murió a causa de las heridas de bala que recibió en el pecho y el estómago mientras que otros ocho palestinos resultaron heridos con fuego real.
Asimismo, un grupo de colonos judíos se trasladaron el lunes para restablecer el asentamiento ilegal de Homesh, el cual se encuentra ubicado en Cisjordania. El asentamiento fue desmantelado en 2005 por el entonces primer ministro israelí Ariel Sharon, pero el Gobierno de extrema derecha de Benjamin Netanyahu aprobó recientemente su reasentamiento. El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que estaba “profundamente preocupado” por el restablecimiento de Homesh.
Esta situación viene precedida de un ataque que un grupo de colonos israelíes llevaron a cabo contra agricultores palestinos en un pueblo ubicado cerca de la ciudad de Ramala, donde cinco palestinos resultaron heridos, uno de los cuales recibió un disparo en la cabeza. El palestino Attaf al-Naasan dice que los soldados israelíes ayudaron a los colonos a perpetrar el asalto.
Attaf al-Naasan: “Nosotros vinimos aquí para ayudar a las personas que estaban plantando y cosechando después de que los colonos los atacaran. Vinimos a ayudarlos y a protegerlos. Los colonos y los soldados nos atacaron. Prendieron fuego a un coche. No nos dejaron apagar el fuego. Lo quemaron frente a nuestros ojos”.