La desacreditada fundadora de la empresa emergente Theranos, Elizabeth Holmes, ingresó a una prisión federal del estado de Texas para cumplir una sentencia de once años tras ser declarada culpable de estafar a los inversionistas de su empresa de análisis de sangre. En 2014, la revista Forbes calificó a Holmes como la mujer más joven del mundo en convertirse por sí misma en multimillonaria tras garantizar considerables inversiones al afirmar falsamente que sus máquinas podían ejecutar una amplia gama de pruebas de diagnóstico con unas pocas gotas de sangre. Holmes ha apelado su caso; sin embargo, permanecerá en prisión mientras se lleven a cabo los procedimientos legales.
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