Las fuerzas armadas rusas lanzaron en la madrugada un ataque con drones y misiles contra la ciudad portuaria ucraniana de Odesa, un día después de que el Kremlin se retirara de la Iniciativa de Granos del Mar Negro. Por su parte, las fuerzas armadas ucranianas dicen que una persona resultó herida por los restos de los seis misiles y 25 drones que fueron derribados por las defensas antiaéreas de Odesa. El ataque se produjo horas después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, acusara a Ucrania de lanzar el lunes lo que calificó de ataque “cruel” y “sin sentido” contra un puente clave que conecta la anexada península ucraniana de Crimea con Rusia.
Presidente Vladimir Putin: “Lo que ha ocurrido es otro acto terrorista del régimen de Kiev. Este crimen carece de sentido desde el punto de vista militar, ya que el puente de Crimea no se ha utilizado para fines militares en mucho tiempo. Este crimen es además brutal, porque han muerto civiles inocentes. Por supuesto que habrá una respuesta por parte de Rusia”.
En Bielorrusia, un gran convoy de la organización paramilitar Wagner llegó el lunes a un campamento militar, lo que supone el primer redespliegue que realizan los combatientes de dicha organización desde su fallida rebelión de finales de junio. El viernes, el Ministerio de Defensa bielorruso dijo que las tropas del Grupo Wagner estaban entrenando a algunas de sus fuerzas de seguridad.
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