El Organismo Internacional de Energía Atómica aprobó el plan de Japón para verter más de un millón de toneladas métricas de aguas residuales radiactivas de la planta nuclear de Fukushima en el océano Pacífico. El agua ha estado almacenada desde 2011, año en que se produjo el tsunami y el desastre nuclear. Estas fueron las palabras expresadas por el director del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi.
Rafael Grossi: “Esta no es una decisión del Organismo Internacional de Energía Atómica, es una decisión del Gobierno de Japón. Si el Gobierno decide proceder con el plan, el Organismo Internacional de Energía Atómica estará presente en todo momento para revisar, monitorear y evaluar esta actividad en las próximas décadas”.
El plan ha generado indignación por parte de China y Corea del Sur, así como de las naciones insulares más pequeñas del Pacífico, los ambientalistas y una gran parte de la población de Japón. El agua tratada todavía contiene tritio, un subproducto de la fisión nuclear que ha sido relacionado con el cáncer.
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