El secretario de Estado, Antony Blinken, ha rechazado la petición de la principal diplomática australiana de poner fin a los esfuerzos del Gobierno de Biden para extraditar a Estados Unidos al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, con el fin de que enfrente los cargos de espionaje y jaqueo de información que le fueron impuestos. La ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Penny Wong, hizo estas declaraciones durante una conferencia de prensa conjunta que brindó junto a Blinken tras la reunión que mantuvieron el sábado en la ciudad de Brisbane.
Penny Wong: “Hemos dejado en claro nuestra opinión en relación a que el caso del Sr. Assange se ha alargado demasiado, y nuestro deseo es que se le dé un fin. Lo hemos dicho públicamente, y ustedes pueden anticipar que estas declaraciones en público también son congruentes con la posición que expresamos en privado”.
Cada vez más funcionarios australianos que han sido elegidos por voto popular, entre ellos el primer ministro Anthony Albanese, han instado a Estados Unidos a retirar su demanda contra Assange, quien es ciudadano australiano. Antony Blinken respondió el sábado a las peticiones de funcionarios australianos de que se ponga fin a la persecución del fundador de WikiLeaks afirmando que Assange ha sido acusado de “conducta criminal muy grave”.
Secretario de Estado Antony Blinken: “Las acciones que se presume que Assange ha cometido, han supuesto un riesgo muy grave para nuestra seguridad nacional en beneficio de nuestros adversarios, y han puesto en grave peligro a fuentes cuya identidad fue revelada en las filtraciones”.
El legislador australiano Andrew Wilkie, quien es copresidente del grupo parlamentario Bring Julian Assange Home, rechazó las afirmaciones de Blinken, las que calificó de “evidentes tonterías”. Wilkie le dijo al periódico The Guardian: “El Sr. Blinken sabe muy bien que las investigaciones que se realizaron tanto en Estados Unidos como en Australia demostraron que las revelaciones relacionadas con WikiLeaks no causaron daño a nadie”.