Japón ha anunciado que comenzará a verter las aguas residuales radiactivas de la central nuclear de Fukushima al océano Pacífico a partir del jueves. La medida ha sido condenada por varios países del Pacífico, entre ellos China.
Wang Wenbin: “Esto es extremadamente egoísta e irresponsable. […] China insta encarecidamente a la parte japonesa a que corrija su decisión errónea y retire su plan de verter agua contaminada con material nuclear al mar”.
Por su parte, las autoridades de Hong Kong y Macao anunciaron que prohibirán las importaciones de marisco procedentes de diez prefecturas japonesas. En Corea del Sur y Japón, aquellos quienes se oponen al plan de verter aguas residuales nucleares al mar han intensificado las protestas desde que el Organismo Internacional de Energía Atómica aprobó el plan en julio. Estas fueron las palabras expresadas por una manifestante que habló en la ciudad de Tokio.
Fumitaka Tsuzumi: “El desastre nuclear ocurrió en Japón, y Japón debe enviar un mensaje sólido al mundo. Sin embargo, el Gobierno [de Japón] dijo al mundo que es seguro [verter las aguas residuales nucleares al mar] sin mostrar ninguna prueba científica [que avale su decisión]. Eso es realmente indignante. En el futuro, los niños y niñas pagarán las consecuencias y padecerán problemas de salud”.