El enviado especial de las Naciones Unidas en Sudán anunció su renuncia al cargo, tres meses después de que la junta militar sudanesa lo declarara persona no grata, una declaración que contraviene lo establecido en la Carta de las Naciones Unidas. Volker Perthes testificó el lunes ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Volker Perthes: “Al menos 5.000 personas han muerto desde el inicio del conflicto y más de 12.000 han resultado heridas. Y esas son cifras conservadoras. El número real [de víctimas] es probablemente mucho mayor. […] Lo que empezó como un conflicto entre dos formaciones militares podría estar transformándose en una guerra civil a gran escala”.
Unos 20 millones de personas en Sudán, casi la mitad de la población, se encuentran en una situación de inseguridad alimentaria aguda. Seis millones están a un paso de padecer hambruna. El lunes, dirigentes de más de 50 organizaciones de defensa de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario acusaron a los líderes mundiales de no tomar medidas ante las atrocidades que se están cometiendo en Sudán.