En Estados Unidos, en el estado de Ohio, un gran jurado se negó a imputar a una mujer que fue acusada de un “delito grave de abuso de cadáver” después de sufrir un aborto espontáneo en su casa. Tras el aborto, Brittany Watts, de 34 años, fue atendida en el hospital, donde el personal de enfermería llamó a la policía después de que Watts dijera que tuvo que deshacerse de los restos orgánicos de su aborto espontáneo. Dos semanas después del hecho, Watts fue acusada penalmente. Antes de su aborto espontáneo, a Watts se le había denegado recibir servicios de aborto. Durante una protesta que se llevó a cabo este jueves, Brittany Watts dijo a un grupo de personas que la apoyaban:
Brittany Watts: “Quiero agradecer a mi comunidad, a [ la ciudad] de Warren, Ohio. Yo nací aquí. Me crie aquí. Me gradué de la secundaria aquí. Y voy a seguir quedándome aquí, porque tengo que seguir luchando”.