El Departamento de Justicia de Estados Unidos concluyó que hubo una serie de “fallas en cascada” en la respuesta al tiroteo masivo ocurrido en 2022 en la escuela primaria Robb de la ciudad de Uvalde, estado de Texas, en el que murieron 19 escolares y dos docentes. Cientos de agentes de las fuerzas del orden se mantuvieron al margen y no llevaron a cabo ninguna acción mientras se desarrollaba la masacre y esperaron 77 minutos antes de confrontar al atacante. Al revelar los hallazgos de la investigación realizada por su agencia, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, dijo que “se habrían salvado vidas” si los agentes hubieran seguido el protocolo estándar. Algunos familiares de las víctimas hablaron tras la publicación del informe de 600 páginas. Estas fueron las palabras expresadas por Kimberly Mata-Rubio, quien perdió a su hija Lexi, de diez años.
Kimberly Mata-Rubio: “Espero que las fallas terminen hoy y que los funcionarios locales hagan lo que no se hizo ese día, que hagan lo correcto por las víctimas y sobrevivientes del [tiroteo en] la escuela primaria Robb. [Espero que] haya despidos y procesos judiciales al respecto y que nuestro Gobierno estatal y federal promulgue leyes sensatas sobre el control de armas, porque [la masacre] en la escuela primaria Robb comenzó el día en que a un joven de 18 años se le permitió comprar un AR-15”.
Junto con otros familiares de las víctimas, Kimberly Mata-Rubio fundó la organización en defensa del control de armas Lives Robbed (en español, vidas robadas). Para más información sobre el tiroteo masivo en la escuela de Uvalde, haga clic aquí.
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