Cientos de vuelos de aviones Boeing 737 MAX 9 fueron cancelados después de que un tapón de la puerta del fuselaje del tamaño de un refrigerador se desprendiera el viernes de un avión de Alaska Airlines cerca de la ciudad de Portland, estado de Oregón. El incidente, que ocurrió a unos 4.800 metros de altura, obligó a los pilotos a realizar un aterrizaje de emergencia. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte ha revelado que, si bien Alaska Airlines tenía dudas sobre las condiciones del avión antes del incidente, siguió utilizándolo en sus vuelos. La luz de falla de presurización automática del avión se había encendido durante tres vuelos recientes. En respuesta a esto, Alaska Airlines había decidido no usar la aeronave en vuelos sobre el agua a fin aumentar las posibilidades de que los pilotos pudieran “regresar rápidamente a un aeropuerto”.
En 2019, todos los vuelos en aviones Boeing 737 MAX 8 fueron suspendidos luego de que 346 personas murieron en dos accidentes que tuvieron lugar en Etiopía e Indonesia.
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