En Sudán, según un nuevo informe de una misión de investigación de la ONU, el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido ha cometido niveles “alarmantes” de actos de violencia sexual, que incluyen violaciones de civiles y secuestros de mujeres para ser utilizadas como esclavas sexuales, lo que podría constituir crímenes de guerra y de lesa humanidad. La guerra entre las Fuerzas de Apoyo Rápido y el Ejército sudanés, que ya lleva un año y medio, ha obligado a más de 14 millones de personas a abandonar sus hogares, y constituye la mayor crisis de desplazamiento de población del mundo en este momento. Expertos de la ONU piden a la Corte Penal Internacional que amplíe su jurisdicción e investigue los posibles crímenes de guerra que se han cometido fuera de la región de Darfur. Una misión anterior de la ONU dijo que tanto las Fuerzas de Apoyo Rápido como el Ejército sudanés podrían ser culpables de atrocidades cometidas durante el conflicto. Estas fueron las palabras expresadas por la directora general de la Organización Internacional para las Migraciones, Amy Pope, hablando desde la ciudad de Puerto Sudán.
Amy Pope: “La situación aquí [en Sudán] es simplemente catastrófica. No hay otra manera de decirlo. Estamos viendo hambre, enfermedades, violencia sexual. Los combatientes están descontrolados. Para la población de Sudán, esta situación es realmente una pesadilla en vida”.