El periódico The Washington Post informa que el Gobierno de Biden ha recibido casi 500 informes que indican que Israel ha utilizado armamento suministrado por Estados Unidos en ataques contra la Franja de Gaza que les causaron la muerte o les provocaron mutilaciones a civiles. Sin embargo, el país norteamericano no ha cumplido con sus propias políticas, que exigen la inmediata investigación de tales afirmaciones. Asimismo, el periódico informa que algunos de los casos presentados al Departamento de Estado de Estados Unidos probablemente constituyan una violación del derecho estadounidense y del derecho internacional.
La política del Departamento de Estado requiere que los funcionarios completen una investigación y recomienden acciones dentro de los dos meses posteriores al inicio de la investigación. A pesar de ese requisito, ninguno de los cientos de informes ha generado una respuesta activa y la mayoría de los casos siguen abiertos. Muchas de las denuncias continúan sin abordarse mientras se espera una respuesta del Gobierno israelí, a quien el Departamento de Estado consulta para verificar las circunstancias de cada incidente.
El miércoles, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matt Miller, defendió los retrasos en las investigaciones y dijo que es “increíblemente difícil” poder determinar si Israel ha estado utilizando armamento estadounidense para cometer crímenes de guerra. Miller también criticó a Israel por no facilitar la entrega de alimentos y de otro tipo de ayuda humanitaria a los palestinos en Gaza.
Matthew Miller: “La situación aún no está en un nivel que consideremos aceptable. Y no se trata solo del nivel de ayuda que llega a Gaza, sino también de la distribución dentro de Gaza. Y seguimos viendo que hay problemas de comunicación entre las fuerzas armadas israelíes y las agencias de la ONU”.
A pesar de lo que dijo Miller, Estados Unidos no ha tomado ninguna medida contra Israel por bloquear la distribución de ayuda humanitaria en Gaza.
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