Las fuerzas armadas israelíes continúan con su campaña de bombardeos a gran escala contra objetivos en Siria, donde, tras el derrocamiento del presidente Bashar al-Assad, han atacado el puerto de Latakia y un depósito de armas en la ciudad de Tartús. Asimismo, las fuerzas armadas israelíes se han adentrado aún más en los territorios ocupados de los Altos del Golán y en una zona de amortiguación desmilitarizada que fue establecida hace 50 años por las Naciones Unidas. En el norte de Siria, combatientes del grupo rebelde Ejército Nacional Sirio, respaldado por Turquía, han tomado el control de más zonas, incluida la ciudad de Deir ez-Zor, en medio de enfrentamientos con milicias kurdas respaldadas por Estados Unidos. Por otra parte, los servicios secretos de Turquía bombardearon un convoy de camiones conducidos por combatientes kurdos que habían incautado armas pesadas y municiones que el Ejército de Siria abandonó tras el derrocamiento del presidente sirio. Los combates en el norte de Siria han obligado a más de 100.000 personas a abandonar sus hogares.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se encuentra este jueves en Jordania para mantener conversaciones de urgencia sobre Siria. Tras finalizar las conversaciones, Blinken viajará a Turquía.