Un tribunal ha declarado al Gobierno de Bélgica culpable de crímenes de lesa humanidad por separar por la fuerza a cinco niñas mestizas de sus madres congoleñas durante la colonización belga de su país natal. Las cinco mujeres, que ahora tienen más de setenta años, fueron separadas de sus madres entre 1948 y 1953, y colocadas en orfanatos católicos. Miles de niños y niñas mestizos sufrieron los mismos secuestros y malos tratos, que eran patrocinados por el Estado. Una de las demandantes, Simone Ngalula, dijo que la histórica victoria legal le había devuelto la dignidad.
Temas: