La junta militar gobernante en Birmania ha impuesto el servicio militar obligatorio para todos los hombres y mujeres jóvenes. Según la nueva ley, todos los hombres de 18 a 35 años y las mujeres de 18 a 27 años estarán obligados a prestar servicio militar durante dos años, aunque ese plazo puede ampliarse a cinco años en caso de que continúe el estado de emergencia.
Este mes se cumplen tres años desde que las fuerzas armadas tomaron el poder mediante un golpe de Estado en 2021 y derrocaron a la líder electa Aung San Suu Kyi y a otros miembros de su partido. A principios de este febrero, el embajador de Birmania ante la ONU hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que haga más para ayudar a su país.
Kyaw Moe Tun: “En los últimos tres años, más de 44.000 personas han sido brutalmente asesinadas por los militares. Más de 2,6 millones de personas han sido desplazadas internamente. Más de 86.000 propiedades civiles, incluidos edificios religiosos, han sido destruidas y abandonadas por las fuerzas armadas de la junta. Casi 19 millones de personas necesitan ayuda humanitaria. La mitad de la población ha sido arrojada a la pobreza”.
Mientras tanto, Amnistía Internacional ha pedido una investigación sobre crímenes de guerra por el bombardeo perpetrado por los militares de una iglesia en la ciudad birmana de Sagaing en enero, en el que murieron 17 personas, incluidos dos menores, que asistían a un servicio dominical. Amnistía ha instado al Consejo de Seguridad de la ONU a remitir a la junta birmana a la Corte Penal Internacional.
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