Israel enfrenta una creciente presión internacional para que cancele los planes de iniciar una invasión terrestre en Rafah, donde más de un millón de palestinos desplazados han buscado refugio. Los líderes de Canadá, Australia y Nueva Zelanda emitieron una declaración conjunta en la que piden un alto el fuego inmediato y advierten que una operación militar en Rafah sería “catastrófica”.
El embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour, habló el miércoles en las Naciones Unidas.
Riyad Mansour: “Nuestra misión es hacer todo lo posible para impedir que Israel cometa este crimen de despoblar la Franja de Gaza y para que se detenga la guerra de inmediato. La garantía para ello es emitir una resolución que exija un alto el fuego. Y esperamos que el Consejo de Seguridad esté a la altura de esa responsabilidad”.