En El Salvador, el presidente Nayib Bukele se declaró ganador de las elecciones del domingo, aunque aún no se han publicado los resultados oficiales. El escrutinio inicial indicaba que Bukele había obtenido más del 80% de los votos. Mientras tanto, se espera que su partido político, Nuevas Ideas, obtenga la mayoría de los escaños en la Asamblea Legislativa de El Salvador, donde ya contaba con la mayoría cualificada. El domingo, Bukele se dirigió a sus simpatizantes en San Salvador, la ciudad capital del país.
Presidente Nayib Bukele: “Empezamos a vencer nuestro más grande mal. Y estamos a punto de ganar la guerra contra las pandillas. Literalmente, no es una exageración; no es una hipérbole. Literalmente, pasamos de ser el país más inseguro del mundo a ser el país más seguro de todo el hemisferio occidental”.
Activistas en defensa de los derechos humanos advirtieron que El Salvador celebró las elecciones del domingo en medio de un brutal estado de emergencia, que el Gobierno de Bukele estableció para “reprimir” a los grupos criminales, lo que ha llevado a una fuerte militarización y al arresto masivo de decenas de miles de personas desde marzo de 2022.
Organizaciones de derechos humanos han documentado detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas y violaciones del debido proceso. Asimismo, dichas organizaciones estiman que más de 200 personas han muerto en las cárceles y bajo custodia policial. En 2023, el Tribunal Supremo Electoral de El Salvador permitió que Bukele se postulara para un segundo mandato a pesar de que la Constitución salvadoreña lo prohíbe. Muchos temen que el acaparamiento de poder de Bukele erosione aún más la democracia en El Salvador y empuje al país centroamericano al autoritarismo.