En Moscú, miles de personas se congregaron frente a una iglesia para asistir al funeral del fallecido líder de la oposición rusa Alexei Navalny, que se desarrolló en medio de una fuerte presencia policial. A pesar de correr el riesgo de ser arrestados, asistentes al funeral afirmaron que era importante para ellos estar allí.
Asistente al funeral: “No podía dejar de venir porque creo que tengo que darle mi último respeto a este hombre”.
Periodista: “¿Tenía miedo?”.
Asistente al funeral: “Teníamos mucho miedo. Llegamos temprano y estuvimos aquí mucho tiempo escondiendo nuestras flores y cámaras. Pero ahora me doy cuenta de que tenemos que hacer esto y alzar nuestra voz”.
Cientos de personas han sido arrestadas por lamentar públicamente la muerte de Navalny en las dos semanas transcurridas desde su muerte en una prisión del Ártico. Estados Unidos, organizaciones de derechos humanos y otras personas han acusado directamente al presidente ruso, Vladimir Putin, por la muerte de Navalny. Entre las personas que asistieron al funeral se encontraban Boris Nadezhdin, el candidato presidencial ruso pacifista que fue recientemente descalificado para participar en las elecciones; Yevgeny Roizman, un destacado crítico de Putin y exalcalde de la ciudad de Ekaterimburgo; así como diplomáticos estadounidenses, franceses y alemanes.
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