Organizaciones de derechos civiles advierten que el derecho a protestar, que está consagrado en la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, podría estar en peligro después de que la Corte Suprema del país rechazara un caso clave que fue presentado por el activista de Black Lives Matter DeRay Mckesson, quien encabezó una protesta del movimiento en la ciudad de Baton Rouge, estado de Luisiana, tras la muerte en 2016 de Alton Sterling a manos de la policía. Durante la protesta, un agente resultó herido, lo que provocó que se iniciara una demanda contra Mckesson, aunque no fue él quien hirió al policía. El fallo emitido por el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos contra Mckesson podría significar una amenaza para los activistas que organicen cualquier protesta masiva en los estados de Luisiana, Misisipi o Texas.
En otras noticias sobre la Corte Suprema, el juez Clarence Thomas se ausentó el lunes del tribunal sin dar explicaciones y no participó de la escucha de argumentos de manera remota. A sus 75 años, Thomas es el miembro de la Corte Suprema de mayor edad y con más años de servicio.