El Comité Internacional de Rescate advierte que la magnitud de la crisis en el sur de la Franja de Gaza “supera lo imaginable”. Israel ha intensificado sus ataques en Rafah al tiempo que los pasos fronterizos clave permanecen cerrados. Más de 600.000 palestinos han abandonado Rafah a pesar de no tener ningún lugar seguro adonde ir, mientras que, en el norte del enclave palestino, otras 100.000 personas han tenido que desplazarse también. En la madrugada del jueves, Israel desplegó una brigada de comandos adicional en Rafah. Estas fueron las palabras expresadas por una mujer palestina en Rafah, que ha perdido a su marido y a su hijo a manos de las fuerzas armadas israelíes.
Afaf al-Halqawi: “Mi hijo era hermoso como la luna. Estaba de novio. Entró con su novia, gracias a Dios. […] No hay ningún lugar seguro, ni en Rafah ni en Jan Yunis. Han masacrado a Yabalia, han masacrado a al-Nuseirat, y han masacrado a Rafah. La seguridad está solo con Dios. Que Dios se apiade de nosotros”.
Israel bombardeó el miércoles una clínica de la ciudad de Gaza administrada por la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina. El ataque causó la muerte de al menos diez palestinos desplazados, incluidos menores de edad. Asimismo, este jueves por la mañana, un ataque israelí contra varios edificios residenciales y una ambulancia en Yabalia dejó varios palestinos muertos, entre ellos una mujer embarazada. En un incidente separado, cinco soldados israelíes murieron el miércoles en Yabalia a causa de disparos de un tanque israelí. Otros siete militares israelíes resultaron heridos en lo que se ha descrito como un incidente de “fuego amigo”.