En la Franja de Gaza, Israel amenaza con intensificar su ataque contra la ciudad sureña de Rafah a pesar de la condena internacional generalizada al respecto. La ONU estima que 800.000 palestinos han huido de Rafah en las últimas semanas. Muchas de las personas desplazadas habían buscado refugio en esa ciudad después de perder sus hogares en otras zonas del enclave palestino. Durante el fin de semana, ataques israelíes contra el campamento de refugiados de Nuseirat causaron la muerte de al menos 32 personas, entre ellas diez mujeres y siete menores de edad. Según cifras oficiales, más de 35.400 palestinos han muerto en Gaza desde el 7 de octubre. En todo el territorio ocupado, los palestinos afirman que no tienen un lugar seguro adonde ir.
Umm Mahmoud Safy: “Estos son los regalos que nos hace Estados Unidos, en lugar de compadecerse de nosotros, en lugar de decirle a Israel: 'Deténganse. ¡Ya basta! Esto es una injusticia'. ¿Dónde están los líderes árabes?¿Dónde están los líderes musulmanes? ¿Dónde está la comunidad musulmana? ¿Dónde están los hombres del Islam? ¿Dónde están los hombres árabes? ¿No ven las condiciones en las que estamos? […] Hagan que detengan la matanza. Hagan que detengan la destrucción. Nuestras viviendas han sido destruidas. La gente no puede encontrar una casa donde vivir. La gente vive en tiendas de campaña. La gente está sufriendo. Lo que nos está pasando es una injusticia. Ya basta. Alguien tiene que compadecerse de nosotros. Nadie tiene piedad de nosotros. Nadie tiene humanidad”.
Israel también está asediando el hospital al-Awda, un centro médico situado en el norte de la Franja de Gaza, que, según Médicos Sin Fronteras, se ha quedado sin agua potable. Mientras tanto, el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, dijo el domingo que el bloqueo israelí al ingreso de ayuda humanitaria en Gaza está teniendo consecuencias “apocalípticas”.
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