En Estados Unidos, un juez del estado de Misuri anuló el fallo condenatorio de una mujer que pasó 43 años en prisión por un asesinato que no cometió. Se estima que Sandra Hemme, de 63 años, ha estado encarcelada más tiempo que cualquier otra mujer condenada injustamente en Estados Unidos. Hemme fue condenada por el asesinato de una bibliotecaria en 1980, basándose únicamente en declaraciones autoincriminatorias que ella hizo a la policía cuando era paciente en un hospital psiquiátrico en el que recibía tratamiento por alucinaciones auditivas y consumo de drogas. Desde entonces, han surgido pruebas que muestran que el verdadero asesino fue un agente de policía ya fallecido.
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