El Gobierno de Biden está presionando a Honduras para que revierta su decisión de poner fin al histórico acuerdo de extradición con Estados Unidos. La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, se ha visto más presionada después de que su cuñado, Carlos Zelaya, admitiera el fin de semana pasado ante los periodistas que, en 2013, se reunió con el líder de una operación de narcotráfico que se ofreció a apoyar ese año la fallida candidatura de Castro a la presidencia. Su admisión se produjo pocos días después de que la embajadora estadounidense en Honduras criticara al ministro de Defensa de dicho país por reunirse con su homólogo venezolano, a quien Estados Unidos acusó en 2020 de cargos de narcotráfico. La semana pasada, la presidenta Castro acusó a Estados Unidos y a grupos opositores de tramar un golpe de Estado similar al que el país norteamericano respaldó en 2009, en el que su marido, el entonces presidente Manuel Zelaya, fue derrocado.
Presidenta Xiomara Castro: “Quiero decirles que se está fraguando un plan en contra de mi Gobierno. Y eso es importante que el pueblo lo sepa”.
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