En el estado de Oregón, decenas de personas se congregaron el sábado frente a una instalación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos de Portland para exigir el fin de las deportaciones en masa del Gobierno de Trump y sus planes de desplegar la Guardia Nacional en dicha ciudad. Muchos de los manifestantes llevaban disfraces inflables para burlarse de la retórica de Trump, quien calificó a Portland de una “zona de guerra” a gran escala.
Sarah Cimino: “Sí, estamos disfrazados para demostrar lo ridículo que es. Esta no es una zona de guerra. Solo se transforma en una zona de guerra cuando los agentes federales vienen y nos reprimen a los manifestantes, que estamos luchando por nuestra comunidad. Como acaban de ver, vienen, disparan balas de gas pimienta y agarran a la gente”.
Adam: “Estoy aquí esta noche porque esto es literalmente una locura. Tenemos a estos tipos vestidos de pies a cabeza con uniformes militares, básicamente disfrazados, que salen a las calles porque el presidente de Estados Unidos, el principal cargo [del país], por el que todos solíamos tener respeto, está diciendo que esta es una ciudad devastada por la guerra con edificios destruidos”.